Estocada mortal a la libertad de quienes gustan al ver la templanza de un capotazo suspendido en el tiempo y casi inmóvil, eso y no otra cosa es el hecho consumado de que Bildu (léase eta) haya decidido no prorrogar el contrato para la concesión de la plaza de toros de San Sebastián. Tampoco nos vamos a asustar a estas alturas de la película. De lo que sí me asusto es de quienes por la defensa de la integridad de los animales (qué pocas granjas han visto) apoyan una prohibición política basada en las decisiones nada aleatorias de un partido dictatorial que basa sus actos en el miedo y la coacción.
Que el toreo sea cultura, o no, es algo relativo que depende del concepto que cada uno tenga de ese vocablo; aunque lo que nadie podrá negarme es la amplísima cultura que del toreo emana, pues pasando por los mágicos sones de Nerva o Churumbelerías se puede llegar hasta el lorquiano “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, la mejor elegía de la poesía española desde Jorge Manrique… Por ello, quizás también un poco auspiciado por las antitaurinas (quizás debiera decir antiespañolas) decisiones de los ciegos nacionalismos, he hecho esta sextina al toreo que espero que os guste:
El encanto de una faena inmortal
marca lentos pasos en el albero
con un terso y pausado muletazo
entrelazado con versos de seda
en elegante y gallarda poesía,
unión inefable del oro y el negro.
El arte perfila esbozos de negro;
define líneas de un trazo inmortal
impregnando de fuerza la poesía,
delicada filigrana en el albero,
de un apunte firme como la seda
del marcado compás de un muletazo.
Enérgica acomete el muletazo
la nobleza revestida de negro
con uniforme azabache de seda
y poderosa presencia inmortal
de profunda dulzura en el albero
para cincelar efímera poesía.
Detiene el tiempo la eterna poesía
que cristaliza en cada muletazo,
en cada caricia sobre el albero
y en una esbelta silueta de negro
describiendo una pasión inmortal
entrelazada con hilos de seda.
Mágico y cortés halago de seda
matiza perfiles en la poesía:
dos amantes en un baile inmortal,
sones de un infinito muletazo,
simbiosis entre las luces y el negro,
íntimos rivales sobre el albero.
Inmóvil el tiempo sobre el albero;
suave y delicado como la seda,
aquel majestuoso pelaje negro
espera para labrar la poesía
del más maravilloso muletazo
en atronador silencio inmortal.
Inmortal toreo sobre el albero;
es un muletazo tejido en seda,
una poesía con el torso negro…
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