miércoles, 30 de noviembre de 2011

Saber Ganar

Sí, saber ganar admitiendo errores, porque si no hubiese contemplado con mis ojos esta visión inédita, hubiese calificado como impúdica mentira este espejismo en la vacuidad del desierto por el que navega nuestra parrilla televisiva. En una programación donde nunca nadie admite equivocarse, sin elogios me hallo para calificar esta aparición casi irreal de unos valores que hacía mucho tiempo que no veía florecer en el cenagal en el que ha llegado a convertirse nuestra supravalorada carta televisiva.

Sólo puedo levantarme y aplaudir fervientemente a la magnífica aplicación del refranero español que ha hecho en la segunda cadena de la televisión española el programa “Saber y Ganar”, demostrando con firme convencimiento que rectificar es de sabios:




P.D. Gracias a la dirección del programa por demostrar que en la denominada “caja tonta” puede encontrarse algo más rico que los programas del marujeo perpetuo, donde exclusivamente proliferan energúmenos que no tienen otro argumento para salir en pantalla llevándose la pasta gansa que el estar implicado en algún escándalo, por bochornoso e inmoral que sea.

martes, 15 de noviembre de 2011

Ganar sin saber

He de reconocerlo; muchas, infinitas veces he disfrutado de este afamado programa de televisión española. Siempre me ha gustado su forma de difundir el conocimiento como valor, pero esta vez me ha defraudado bastante:



Como culmen, para alardear de conocimientos, rematan con versos del pregón de Carlos Herrera. Penoso, porque ganar, seguro que algo ganaría el concursante; pero saber: ni el concursante sabía, ni los encargados del programa tenían la más remota idea…

jueves, 3 de noviembre de 2011

Telebasura

La polémica de una aparición televisiva muy bien pagada ha saltado a la palestra del debate nacional. Se avergüenza España porque la madre de un rastrojo de escoria de este burdo círculo vicioso que hemos desarrollado, me da igual cómo se llame el niñato en cuestión, ha salido en un aberrante programa televisivo proclamando no sé que sarta de embustes sobre el degenerado que trajo al mundo. Este país muestra sus colores por esa triste y pobre entrevista, pero no pone remedio al vacío que ese tipo de programas suponen al intelecto.

Ahora son unos pocos, bastantes, infelices los que se alegran porque haya dos o tres empresas que, aprovechando el tirón de publicidad retroactiva (no sé si existe o está definido el término), han retirado su anuncio en los intermedios del bodrio televisivo en el que salió la madre del energúmeno en cuestión; resultado: se ahorran los anuncios y quedan muy bien publicitados ante la opinión pública española.

Mas la polémica de los anuncios y el resto de cuestiones al final no son más que insensateces y tonterías; porque el problema de fondo no es que la mujer que parió al indeseable salga en la tele por unos míseros 10.000 €; el problema no es la poca personalidad del periodista que paga esa ingente cantidad, 1 € sería demasiado, para así obtener unos buenos datos en el share; el problema no es el directivo que ve con buenos ojos el vacuo contenido de su programación, da igual la cadena televisiva que sea, por conseguir un buen porcentaje de cuota de pantalla; el problema real es la falta de valores, de conocimientos, de ética, de sensibilidad y de cuantas carencias más queráis poner a esta detestable sociedad que estamos abonando entre todos los españoles.

En cuanto a la telebasura; no es una cuestión a debatir, seguirá vivita y coleando mientras existan los espectadores basura.

martes, 1 de noviembre de 2011

Polizones

Noticias para llenar un periódico hay, todos los días, cientos y cientos, miles… Por ejemplo pueden ser de la política y la vomitiva actitud de quienes están al frente de ella; de éxitos y más éxitos de nuestros laureados deportistas; incluso, rara especie, de algún descubrimiento científico que revolucione nuestra concepción de las leyes que rigen el universo…
Tantas que siempre pueden conseguir superar todas nuestras expectativas; bien porque dejan en evidencia que la ficción nunca es lo suficientemente macabra, ahí tenemos a los “amiguitos” de Marta del Castillo; bien porque descubrimos que la genialidad y surrealismo del algún que otro director de cine no son más que paupérrimas ideas al lado de las increíbles historias que pueden llegar a dejarnos anonadados, como por ejemplo lo sucedido en Ceuta: Tres fueron, tres alocados inmigrantes los que ignoraban que el barco en el que se intentaban colar como polizones para llegar a la península era de…. ¡Premio a los señores!; ¡ La Benemérita!, sí, la mismísima Guardia Civil. Aunque parezca una broma fruto de haber confundido el día de Todos los Santos con los Santos Inocentes, es real, sino se lo creen pinchen este enlace.
En definitiva, la vida nunca deja de sorprendernos.