jueves, 21 de noviembre de 2013

Adiós al efecto invernadero por CO2

El dióxido de carbono o anhídrido carbónico se ha revelado en los últimos años como uno de los grandes factores vinculados al cambio climático mediante su contribución al efecto invernadero, provocado por las grandes emisiones que las empresas hacen de este gas. Pero aunque parezca mentira, puede que estemos ante un adiós definitivo al calentamiento global, porque un equipo liderado por Atsushy Urakawa, del Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ), ha conseguido optimizar el proceso de conversión del dióxido de carbono (CO2) en metanol (CH3OH), con rendimientos del 95%.

El método, publicado en la revista científica Journal of Catalysis, consiste en hacer pasar el gas junto con hidrógeno a altas presiones por un reactor que contiene un catalizador de cobre, zinc y aluminio. Este proceso es además versátil y flexible, al permitir la conversión del metanol generado en el reactor en otros productos químicos como dimetiléter, olefinas y otros hidrocarburos, mediante simples modificaciones en el catalizador o la presión del reactor.

La conversión de CO2, una molécula muy estable, mediante este método es extraordinariamente eficiente y el método ya puede ser implementado en la industria; aunque realmente la razón del fin de las emisiones de CO2 no será la implicación a ultranza de las empresas en salvar el planeta, sino que con este proceso podrán obtener mayores beneficios al conseguir convertir un desecho como el anhídrido carbónico en metanol, un compuesto que es muy buen combustible, además de ser un buen sustrato a partir del cual se pueden conseguir infinidad de otros compuestos químicos.

Por vislumbrar un posible futuro a esta tecnología, se puede hacer un resumen en palabras del propio Urakawa: “Esta nueva aproximación hacia una conversión eficiente de CO2 abrirá nuevos y estimulantes debates sobre el reciclaje químico del dióxido de carbono y el uso del metanol como la nueva divisa química del futuro tanto en industria como en el mundo académico”.

Eso sí, no hay que olvidar que son catalanes (aunque Urakawa de catalán tiene lo que Jiménez de chino) y la pela es la pela, así que no van a hacer como Madame Curie y regalar su descubrimiento al mundo científico por no patentarlo; así que esta tecnología es el objeto de una solicitud de patente presentada por el ICIQ y se ofrece al sector industrial para su desarrollo y comercialización mediante acuerdos de licencia o proyectos de desarrollo conjunto.


P.D. Este post participa en la XXIX Edición del Carnaval deQuímica.

1 comentario:

  1. Bueno, siguen necesitando hidrógeno, que para producirlo hace falta energía, lo que sí soluciona es que mientras que el hidrógeno es difícil de transportar, el metanol y los otros derivados que menciona el artículo son vectores energéticos más fáciles de usar en un vehículo o de almacenar en un depósito.

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