viernes, 26 de agosto de 2011

Madame Curie

2011, año internacional de esa ciencia que a muchos asusta y es la base de la vida. Sí, año internacional de la química porque se cumple un centenario de la fundación de la Asociación Internacional de Sociedades Químicas y de la concesión del Premio Nobel de Química a Marie Curie, primera persona en obtener más de un Premio Nobel (antes había obtenido el de Física), y una de las dos únicas personas que han obtenido el premio en más de una modalidad; la otra, Linus Pauling (Nobel de Química y de la Paz), también era del gremio, qué casualidad, para que después digan que no somos versátiles.

Volviendo a Madame Curie, una singular y genial fémina que con cinco años, creyendo haber hecho algo malo, pidió perdón a su padre cuando lo sorprendió por ser capaz de leer sin problemas algo que le costaba trabajo a su hermana mayor. Así era Marie, la menor de cinco hermanos, criada en una Polonia decadente e inmersa en el imperio ruso, una hija a la que su madre nunca pudo dar un beso ni hacer una caricia para no transmitirle la tuberculosis, enfermedad sin cura por aquellos años. ¡Qué duro sería para una niña no recibir un simple beso de quien, amándola, no podía demostrarle su amor! Marie Sklodowska Curie, abnegada ante el sufrimiento, era una mujer a la que el destino tenía guardado un importante papel en el mundo de la ciencia.

Junto a Pierre Curie, su marido, y Henri Becquerel, Marie recibió el Nobel de Física en 1903 por sus investigaciones sobre los fenómenos de radiación. Fue la primera mujer que obtuvo tal galardón. Posteriormente, en 1910, demostró que se podía obtener un gramo de Radio puro; recibiendo el Nobel de Química al año siguiente por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, y el aislamiento del radio. Por si todo esto fuese poco, no sólo fue la primera mujer en recibir tan meritado galardón, sino que además fue la primera en impartir clases en la parisina Universidad de la Sorbona.

Hasta aquí todo muy bien, pero lo que hace auténticamente grande a esta mujer es que, con humildad y actitud totalmente desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio, ofreciéndolo así para la investigación de toda la comunidad científica. Pudo haber sido rica y, a veces, incluso le costaba trabajo reunir dinero para sus investigaciones… ¡Qué raro sería encontrar alguien así hoy en día!

2 comentarios:

  1. Juan Guillermo Bonilla26 de agosto de 2011, 18:32

    Te honra mucho, Antonio, que como químico destaques a personajes tan importantes en este campo que es una de tus pasiones. Me ha impresionado mucho el altruísmo de Madame Curie, cosa que desconocía; si no quiso patentar, seguro que tampoco fue persona de engañar, de timar, de extorsionar... ni de sobornar. Por eso impartió clases en La Sorbona, y no el La Soborna... Un abrazo.

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  2. Outs!!! Craso error el mío, pero fácilmente subsanable. Gracias por la puntualización.

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