viernes, 26 de octubre de 2012

Newton y la sociedad


Sir Isaac Newton fue un físico, filósofo, alquimista, teólogo, inventor y matemático inglés que nació en el siglo XVII. De su más que probada polivalencia se destacan principalmente dos conceptos físicos: La ley de gravitación universal y los principios de mecánica clásica, introducidos mediante las tres leyes que llevan su nombre.

De la ley de gravitación universal y la reflexión sobre por qué las manzanas no quedan flotando en el aire ni caen de los árboles hacia arriba hablaremos en otro momento. Ahora vamos a hacer un pequeño inciso en las tres leyes newtonianas de mecánica clásica y cómo pueden servir estas leyes de aplicación también a la sociedad:

Primera ley de Newton: Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.

Algo sencillo de comprender y explicar; una piedrecita permanece en el suelo eternamente si nada ni nadie la mueve. Y también podemos mirar la aplicación social de dicha ley física, un pueblo no sufre una revolución si no hay ningún motivo, hambrunas o crisis económica por ejemplo, que incite a ello.

¿Hasta aquí fácil, no? Son conceptos físicos, pero tampoco parecen complicados. Entonces, ¿puedo seguir?... Segunda ley de Newton: El cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz impresa y ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime.

Siguiendo con ejemplos que no requieren grandes dosis de maestría para comprenderlos; una pelota está quieta en el punto de penalti hasta que el futbolista en cuestión imprime una patada sobre ella, momento en el que sale en la dirección y con la fuerza que el futbolista que el jugador le ha dado. Por otro lado también tenemos el ejemplo social, un buen político puede convencer a un pueblo para que trabaje unido y avance en la dirección que lo haga prosperar más y mejor. El buen político, rara avis, sería la fuerza que imprime la dirección.

Tercera ley de Newton: Por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este ejerce una fuerza igual pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la ejerce; también conocida como ley de acción-reacción.

Esto quiere decir que cuando un coche a 150 km/hora te atropella en realidad tú también estás dando un golpe de esa magnitud al coche… Bueno, quizás así no se vea tan claro, así que lo intentaré explicar optando por poner un ejemplo social más fácil de percibir: Si los catalanes quieren dejar de ser españoles, puede que los españoles ataquen donde más les duele; porque la pela es la pela y quizás empecemos a apreciar con mayor estima el cava extremeño en vez de Codorniú o Freixenet, el café Saimaza en vez de Nescafé,…

Por si a alguien le interesa, pinchando en el enlace hay una lista de productos catalanes y su homólogo español.

3 comentarios:

  1. Muy buen paralelismo de las 3 leyes al momento político-social actual y muy cierto. Tomo nota, mnejor dicho deberíamos todos tomar nota.Enhorabuena

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  2. Bueno pues la ley de la gravedad te venía que ni al huevo, por dos motivos: porque todas las cosas caen por su peso, y por ser la fuerza de atracción que un cuerpo de mayor masa ejerce sobre otro de mucha menor.
    Por otro lado, si alguien se empeña en independizarse, pues adelante, pero luego no vale volver a casa a que nos laven la ropa...

    Saludos

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  3. No lo había pensado, pero sí, la ley de la gravedad también es aplicable a las ideas del señor Mas.

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