Sevilla alucinógena

Están convirtiendo a Sevilla en Amsterdan, porque con las setas de la Encarnación yo lo alucino. Son irrealizables según el Consejo Consultivo de Andalucía y el alcalde las quiere terminar antes de las próximas elecciones, tirando de paso otros 30 milloncitos de euros, como no salen de su bolsillo. Esperpéntica forma de actuar, genial forma de cachondearse y malgastar el dinero de los sevillanos, deprimente la forma en que están matando a Sevilla. Y, mientras tanto, para desviar la atención de los culpables de que haya lo hay en la Plaza Nueva (los que votan), pues a presentar la portada de la próxima feria se ha dicho, que como la Semana Santa será tan temprana los puede coger el toro…

No dejo de alucinarlo, me quedo sin calificativos, no entro en si bonita o fea, pero homenajear el 500 aniversario de la primera vuelta al mundo con ocho años de antelación es rarito cuando menos. Desconozco la explicación, será que Monteserrín empieza también a sufrir los efectos de la ignorancia que se imparte desde la L.O.G.S.E, pero a mí no me cuadran las fechas, porque Magallanes partió desde la vieja Hispalis en 1519 y Juan Sebastián Elcano regresó en 1522, así que no sé que se celebra, aunque puede que, como he leído por ahí, quiera el alcalde ser el "Willy Fog" que se dedique a dar viajecitos por el mundo en una especie de agencia de rememoración de dicha efeméride, eso sí, con cargo a los contribuyentes…
Lo único bueno, sin abandonar el cachondeo y buscando por buscar algo que se pueda salvar de la incoherente portada, es que puede ser que en las próximas elecciones sea que le dé a Sevilla por coger la brújula que lucirá en su portada de Feria y, así, recupere su norte, que bastante perdido lo tiene.
En fin, como si Sevilla no tuviese otras cosas de las que preocuparse, como si todo el mundo tuviese trabajo en esta ciudad, como si su red de transportes públicos fuese ejemplar en vez de ser el ejemplo de lo que no hay que hacer, como si no ocurriesen tantas cosas bochornosas, ya pueden los sevillanos hablar y debatir sobre la portada de la Feria y así olvidar el paupérrimo estado de esta ciudad con la que cada vez lo alucinamos más.