lunes, 7 de febrero de 2011

Permitan que me ría

¿La nueva Batasuna? ¿No será otra de sus treguas trampa para presentarse a unas elecciones? ¿De verdad es nueva?, entonces ¿por qué la seguimos llamando Batasuna? ¿Realmente pretenden la paz y la democracia?, ¿o es que necesitan dinero y quieren presentarse a las elecciones a toda costa? No sé por qué, pero tras la oreja siento un zumbido insoportable; el pavor en la memoria hace que se me erice el vello y un escalofrío sin piedad me recorra la espalda cada que oigo hablar de unos anticuados matarifes y su maldita banda.

Si, como dicen, el nuevo partido pretende ser un partido vinculado a la democracia; que tengan la iniciativa de rechazar presentarse a cualquier elección durante seis u ocho años, que pidan la disolución de ETA, que entreguen a los etarras cuyos escondites conocen sobradamente, digan dónde están tantos zulos como tienen y dónde se hayan esos bárbaros asesinos que se encuentran en busca y captura. Luego que vayan casa por casa y cementerio por cementerio pidiendo perdón a todas y cada una de las familias rotas, a sus huérfanos, a las madres que han visto la lápida de sus hijos… Y finalmente, que no admitan ni un solo céntimo de Euro en subvenciones hasta que no hayan devuelto los 6.530 millones de Euros que, según leí el otro día, han costado a España desde 1975. (Por cierto, aunque sé que no viene demasiado a cuento, ¿para cuándo la supresión de subvenciones a partidos políticos? ¿Cuándo sus afiliados van a hacerse cargo del coste que generan? ¿No hay ningún grupo ni ningún partido que recoja firmas para una ILP en contra de dichas subvenciones?)

Sólo cuando hagan todo eso habrán demostrado sobradamente que buscan la paz y la democracia en una sociedad vasca plural e integrada en España y, por ende, en Europa y el mundo.

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