El 21 de marzo, suele acontecer el equinoccio de primavera (en el hemisferio norte, de otoño en
el sur) y por ello está declarado por la Unesco como el día mundial de la
poesía, por ello me gustaría honrar a un arte tan cercana como encantadora.
En principio había pensado en
hacer un poema relativo al momento, pero reflexionando un poco decidí que lo
mejor para el día en cuestión era difundir algún poema desconocido (o no muy
conocido) de algún gran escritor. Pensé en Bécquer, Machado, Gala, Garcilaso,
Shakespeare o Valle Inclán; pero dada las fechas en las que nos encontramos, el
poema que más adecuado contemplé para difundir hoy es esta maravilla que
Cernuda nos dejó desde su exilio mejicano, espero os guste:
Luna
Llena en Semana Santa (Luís Cernuda).
Denso,
suave, el aire
orea
tantas callejas,
plazuelas,
cuya alma
es la
flor del naranjo.
Resuenan
cerca, lejos,
clarines
masculinos
aquí,
allí la flauta
y oboe
femeninos.
Mágica
por el cielo
la luna
fulge, llena
luna de
parasceve.
Azahar,
luna, música,
entrelazados,
bañan
la
ciudad toda. Y breve
tu mente
la contiene
en sí,
como una mano
amorosa.
¿Nostalgias?
no. Lo
que así recreas
es el
tiempo sin tiempo
del
niño, los instintos
aprendiendo
la vida
dichosamente,
como
la
planta nueva aprende
en
suelo amigo. Eco
que, a
la doble distancia,
generoso
hoy te vuelve,
en
leyenda a tu origen.
Et in
Arcadia ego.
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