Habla el ministro Montoro de una lista de Hacienda
con los defraudadores y a mi cabeza asaltan nombres de más de algún personaje
público, de empresas por todos conocidas,… En definitiva, nombres de la
desvergüenza de este país, pero lo peor es las dudas y las preguntas que me
surgen tras ello: ¿Se conocen sus fraudes y no se les embarga? ¿No hay cárcel
para estos defraudadores? No sé el porqué, pero os puedo asegurar que en
absoluto me extraño.
Por otro lado, como suelo hacer mi opinión de la lectura de las distintas impresiones que en los periódicos vienen sobre un mismo asunto (probad a leer en cuatro o cinco diarios distintos la misma noticia y os reiréis), en uno de ellos he observado un dato que desconocía, aunque no me ha sorprendido en modo alguno:
¡¡¡Fraude fiscal en España se considera a partir de
120.000€!!! Que se dice muy pronto, 20 milloncitos de nada de las antiguas
pesetas. Vamos, que el que defrauda “sólo” 15 millones de pesetas (90,000€) no
hace un fraude importante… Será que la peseta está muy devaluada desde que
apareció el Euro.
Penosa, desgraciada, mísera e infelizmente no se me
ocurre, ni quiero pensar, otro calificativo para referirme a España que país de
sinvergüenzas. Quizás alguna vez aprendamos de los islandeses, que metieron a
todos sus políticos en la cárcel por llevarlos a la ruina. Ellos están ya
saliendo de la crisis, nosotros seguimos recortando para pagar el despilfarro
de quienes nos imponen los recortes (sean del color que sean).
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