João Cabral de Melo Neto
fue un poeta y diplomático brasileño de la Generación del 45, que
aproximadamente es el homólogo a la Generación del 27 española. Por decirlo de
otra forma, este poeta, que fue galardonado con el Premio Camões en 1990 y el
Premio Reina Sofía de Poesía Iberioamericana en 1994, podríamos decir que es a
la literatura brasileña lo que Cernuda o Lorca a la española.
En su labor como
diplomático, este escritor vivió durante varios años en Sevilla y, como buen
poeta, se acabó enamorando de la vieja Híspalis. Fruto de este idilio, aparte
de escribir poemas referentes a la ciudad en toda su obra, creó su último libro
“Sevilha Andando” en 1990.
Esta obra se divide en dos partes: “Sevilha
Andando”, en la que João Cabral hace continuas referencias que aluden a las
similitudes entre su mujer y la feminidad de Sevilla; y “Andando Sevilha”, en
la que la visión del poeta describe a varios personajes y rincones de la ciudad.
Sevilhizar o mundo Sevilizar el mundo
Como é impossível, por enquanto, Como es imposible, por ahora,
civilizar toda a terra, civilizar toda la tierra,
o que não veremos, verão, lo que no veremos, ni verán,
de certo, nossas tetranetas, de cierto, nuestros tataranietos,
infundir na terra esse alerta, infundir en la tierra esta alerta,
fazê-la uma enorme Sevilha, hacerla una enorme Sevilla,
que é a contra-pelo, onde uma viva que es a contrapelo, donde una viva
guerrilha do ser, pode a guerra. guerrilla del ser, puede la guerra.
Aunque
pocas explicaciones necesita esta poesía, habría que indicar como pequeño
apunte que Melo Neto en el título juega con la homofonía que en lengua portuguesa
se produce entre el término “sevilhizar”, que inventa, y la palabra “civilizar”;
de ahí que la traducción del verbo no se haya hecho literalmente, “sevillizar”,
sino respetando juego fonético del autor entre el verbo “civilizar” y
“sevilizar”.
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