¡Qué largo un año de
espera
inmerso en sueño de
nardos!
¡Qué corto el tiempo
gallardo
pleno en devoción
sincera!
Septiembre henchido en
solera
rebosa gracia en el Viso,
que se rebela narciso
con embrujo de alegría
y estruendo de
cohetería;
pues se siente en el
paraíso
al postrarse ante María.
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