En su vagar por la vida, las cofradías siempre han
ido evolucionando en su estética para intentar rodear de la mayor dignidad
posible a sus titulares. De esta forma han ido cambiando algunos objetos referentes
a sus cultos, dejando en el recuerdo de los cofrades imágenes que difícilmente olvidamos
aunque sólo sea como un sueño en el que difusamente atisbamos la manigueta de
un añorado paso que ya no es el que vemos en cada estación de penitencia o el
vivo color de un palio que ya se perdió en la memoria…
Pero también la vida evoluciona y la aparición de algunas
artes, como la fotografía por ejemplo, nos deja mayores posibilidades de no
perder en el olvido ciertas imágenes, cómo las que me he encontrado mientras
buceaba entre libros viejos:
Para comenzar tenemos una imagen del paso de misterio
de las Siete Palabras de Cristo, de la sevillana parroquia de San Vicente.
Apenas ha cambiado en el tiempo y está casi igual que hoy lo vemos, por lo que
muchos dudarán de que, aunque esté tintada de colores, se trate de una estampa
de entre 1865 y 1880. Le explico el porqué: En la imagen se aprecian las andas
procesionales que en 1865 realizara Ricardo Reguera según dibujo de Joaquín
Díaz. Como observarán, no lleva respiraderos, que se estrenaron en 1930; como
también podrán ver que en las esquinas no van los cuatro ángeles mancebos que
se estrenaron en 1923. Si además consideramos que el misterio de las Siete
Palabras procesionó con las andas que actualmente luce la también sevillana
Hermandad del Buen Fin entre 1881 y 1923, para recuperar nuevamente las andas
de 1865 hasta hoy, nos queda perfectamente localizada la imagen.
En segundo lugar, observamos una imagen de Nuestra
Señora del Rosario de la Hermandad de Montesión, bajo el primer palio
completamente de malla que se conoce, estrenado en 1913. Diseñado por José
Lecaroz Barrera y ejecutado por Antonio Amians y Austria, sus bambalinas en
malla y techo en tul de oro fue algo totalmente revolucionario para la época;
además de tener tal éxito que hoy lo podemos ver adaptado en muchas otras
hermandades. Por otro lado, hay que observar los bordados del palio anterior (que maravillosamente pintase Sorolla) sobre la mesa de la parihuela en lugar de los
respiraderos, sirviendo como cenefa o cubre-faldones. Como se ve en el enlace,
al final el palio oscuro fue vendido a la Hermandad de los Gitanos, por lo que prácticamente
estamos ante el estreno del palio de la foto.
Por último nos encontramos ante el inconfundible
palio que bordara Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1891 para la Esperanza
Macarena y que procesionó hasta 1907, al ser sustituido por el granate bordado
por las mismas manos. Entre 1908 y 1910 este palio procesionó en Huelva en la
Hermandad del Cristo de la Expiración y la Virgen del Mayor Dolor, hoy conocida
como de la Esperanza, radicada en la desaparecida parroquia de San Francisco de
la capital onubense. Fue en 1910 cuando se vendió a su actual propietaria, la trianera
Hermandad de la Estrella. Volviendo a la fotografía, podemos localizar la
imagen como anterior a 1900 al observar como los faldones y respiraderos son los
que acompañaban al palio de Isaura y que fueron sustituidos en dicho año por
unos negros bordados, también obra de Juan Manuel.
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