El dióxido de carbono o anhídrido carbónico se ha
revelado en los últimos años como uno de los grandes factores vinculados al
cambio climático mediante su contribución al efecto invernadero, provocado por
las grandes emisiones que las empresas hacen de este gas. Pero aunque parezca mentira, puede que estemos ante un adiós definitivo al calentamiento global, porque un equipo liderado por Atsushy Urakawa, del Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ), ha conseguido optimizar el proceso de conversión del dióxido de carbono (CO2) en metanol (CH3OH), con rendimientos del 95%.
El método, publicado en la revista científica
Journal of Catalysis, consiste en hacer pasar el gas junto con hidrógeno a
altas presiones por un reactor que contiene un catalizador de cobre, zinc y
aluminio. Este proceso es además versátil y flexible, al permitir la conversión
del metanol generado en el reactor en otros productos químicos como
dimetiléter, olefinas y otros hidrocarburos, mediante simples modificaciones en
el catalizador o la presión del reactor.
La conversión de CO2, una molécula muy
estable, mediante este método es extraordinariamente eficiente y el método ya
puede ser implementado en la industria; aunque realmente la razón del fin de
las emisiones de CO2 no será la implicación a ultranza de las
empresas en salvar el planeta, sino que con este proceso podrán obtener mayores
beneficios al conseguir convertir un desecho como el anhídrido carbónico en
metanol, un compuesto que es muy buen combustible, además de ser un buen
sustrato a partir del cual se pueden conseguir infinidad de otros compuestos
químicos.
Por vislumbrar un posible futuro a esta tecnología,
se puede hacer un resumen en palabras del propio Urakawa: “Esta nueva
aproximación hacia una conversión eficiente de CO2 abrirá nuevos y
estimulantes debates sobre el reciclaje químico del dióxido de carbono y el uso
del metanol como la nueva divisa química del futuro tanto en industria como en
el mundo académico”.
Eso sí, no hay que olvidar que son catalanes (aunque Urakawa
de catalán tiene lo que Jiménez de chino) y la pela es la pela, así que no
van a hacer como Madame Curie y regalar su descubrimiento al mundo científico por no patentarlo; así que esta tecnología es el objeto de una solicitud de
patente presentada por el ICIQ y se ofrece al sector industrial para su
desarrollo y comercialización mediante acuerdos de licencia o proyectos de
desarrollo conjunto.
Referencia: Atul Bansode, Atsushi Urakawa. “Towards full one-pass conversion of carbon dioxide to methanol andmethanol-derived products”. Journal of Catalysis Volume 309, January 2014,Pages 66-70.
P.D. Este post participa en la XXIX Edición del Carnaval deQuímica.
Bueno, siguen necesitando hidrógeno, que para producirlo hace falta energía, lo que sí soluciona es que mientras que el hidrógeno es difícil de transportar, el metanol y los otros derivados que menciona el artículo son vectores energéticos más fáciles de usar en un vehículo o de almacenar en un depósito.
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