Magnífico concierto en una sinagoga ortodoxa en
Presov, Eslovaquia, de Lukas Kmit, cuando ocurre un suceso que tiene
concurrencia más veces de lo deseado en los últimos tiempos, porque siempre hay
alguien que desafortunadamente no puede apaciguar su tos, una maleducada persona
que no sabe reprimir sus comentarios o, como en este caso, algún desaprensivo
que deja activado el sonido de su teléfono móvil…
Pero si bueno es el concierto, mejor es la respuesta
del violinista cuando suena un extracto del Gran Vals (compases 14 al 16) de
Francisco Tárrega, ese sonido que tan vinculado tenemos todos a una marca finlandesa de teléfonos. Haciendo gala de un gran sentido del humor, cuando muchos
hubiésemos esperado una viola en la cabeza de alguien, este hombre decidió
ganarse un poco más aún el aprecio de la gente saliendo de la comprometida
situación con una aguda forma repleta de ingenio y suspicacia, y de paso
regalar una genial puesta en evidencia a quien no se la merece por no haber sabido
silenciar su móvil antes de entrar al concierto.
P.D. Dejo también un video con el Gran Vals de
Tárrega, para que también disfrutéis de una obra de un compositor español además
de apreciar cómo el afamado tono es un extracto de dicha composición:
Antonio, a saber si Nokia y el violinista no habían hablado antes... El vídeo está siendo comentado en todo el mundo (literalmente). Publicidad a coste cero...
ResponderEliminarNo lo sé, puede que estuviese hablado, por algo dice el refranero eso de piensa mal y acertarás; pero eso de coste cero si ya estaba hablado con anterioridad... me parece que va a ser que no.
ResponderEliminarDe todas formas, esa acción del violinista, sea publicitaria o no, me ha servido al menos a mi para conocer la curiosidad del afamado tono y el Gran Vals de Tárrega.