Fresca la rubia espera
para apagar el ansia enardecida
por esta placentera,
refrescante y sugerente bebida
que olvidar el bochorno
hace en nuestro canicular entorno.
Elegancia espumosa,
acerbo regusto en glacial aroma,
amarillenta y acuosa,
evocación invade a quien la toma,
sencilla sutileza…
¡Camarero póngame otra cerveza!
P.D. No sé si será que me he vuelto un alcohólico, que echo mucho de menos los 25º C de Aveiro o ambas cosas, pero casi no puedo pensar en otra cosa... ¿quién quiere un par de ellas?
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