Ya ha nacido, en un humilde pesebre se encuentra. Mesías anhelado, dulzura divina encarnada en la ternura de un niño que trae Paz y Amor bajo el brazo.
Como siempre digo en estas fechas, seamos creyentes o no, recapacitemos sobre su mensaje, a lo mejor así conseguimos un mundo mejor. Feliz Navidad.
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